Los pies de las personas mayores tiene unas necesidades específicas que hay que tener siempre presentes y son distintas a las de los jóvenes.
Cómo compensar lo que la edad va restando es también un arte, el arte de seguir disfrutando cada día y no rendirse ante las primeras dificultades.
Los pies mayores necesitan ser cuidados para prevenir heridas, desequilibrios, malos apoyos y así favorecer la autonomía en todo momento.